Como cada año llegan los días que a todo estudiante le gustaría poder evitar, esos días en los que se mezcla el dinero gastado en fotocopiar apuntes, las largas esperas en la cola de reprografía, los nervios, la incertidumbre, los llantos… Si, los exámenes han llegado.
En estas fechas, las bibliotecas y “los Cien Montaditos” están abarrotados de estudiantes ávidos de conocimientos, que aprovechan el tiempo lo mejor que pueden para intentar aprobar las asignaturas, porque sí, eso es lo importante, aprobar y terminar. Cada cual busca la mejor escusa para motivarse a estudiar: viajar, descansar, pasar más tiempo con las personas a las que quieres, cumplir viejos sueños...
Si eres uno/a de los afectados en ésta temporada, disfruta de éste claro ejemplo de nervios pre-examen.
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